La chapa del asiento, que estaba rota, la tuve que sustituir por una nueva y colocarle un refuerzo para que ganase consistencia. Para colocar el nuevo asiento tuve que cortar la circunferencia en tirada y volverla a unir con cola y clavijas de madera.
La silla la desmonté por completo y la fui masillando, pintando y lijando por piezas.
Cualquier lugar es bueno para dejar las piezas.
Como la decoración de la habitación de mis hijos lleva tonos en naranja la silla tampoco podía ser menos.
Sin excederse para no recargar mucho la silla.
Así es como ha quedado la pieza que estaba rota.
Aunque en las fotos no se aprecian todos los tornillos los he sustituido por nuevos.
Este es el resultado final, un trabajo un poco más complejo de lo que había imaginado pero muy satisfactorio.
Preciosa, enhorabune, vaya trabajazo! El toque naranja pálido le va muy bien, un toque de color pero sin recargar. Que la disfrutes!
ResponderEliminarTe doy la enhorabuena. Restaurar sillas es de lo mas dificil que hay. Un abrazo
ResponderEliminarHola Vicente. Te ha quedado genial. Me apunto a seguirte, seguro que aprendo un montón.
ResponderEliminarUn abrazo
YOlanda
Gracias Yolanda por seguir mi blog.
ResponderEliminarSaludos.
Vicente, tengo "un regalito" en mi blog para ti, pásate!
ResponderEliminarTodo el trabajo y esfuerzo realizado merece la pena , mas aun cuando el diseño y su terminacion son acertados.enhorabuena.
ResponderEliminarya tienes un seguidor+
saludos y hasta pronto
Toño, gracias por seguir mi blog.
ResponderEliminarSaludos