Cuando me llegó este ficus estaba muy debilitado, tenía pocas hojas y eran de un verde muy pálido, se notaba que había estado en el interior de una vivienda.
Después de la aclimatación a su nuevo hábitat, en marzo de este año y de cara al buen tiempo, no pude esperar más, seguía perdiendo hojas con lo que me decidí a hacer una poda drástica.