La historia de estas lámparas viene de muy atrás cuando mi abuelo las tenia en el exterior de su quiosco, después cayeron en manos de mi padre que las dejo olvidadas hasta ver en que lugar ubicarlas.
Desde siempre estas viejas lámparas me fascinaron, pensé en ponerlas en mi taller pero el trabajo que suponía recuperarlas y la falta de tiempo, eran otros tiempos aún no estaba la dichosa crisis, me disuadían de ello. Ahora que hemos encontrado el lugar adecuado aquí os muestro el trabajo.